En mi primera sesión creo que no llegué a 8 saltos y 20 minutos ante la frustración y el miedo a llevarme un mal golpe con el foil. La segunda fueron poco mas. Pero según fui progresando las sesiones se hacían más amenas, de 30, 45 minutos y hasta 3 horas algunas sesiones. Teniendo en cuenta que se puede hacer un salto cada minuto o minuto y medio, he podido hacer fácil unos 100 saltos por sesión. Tú no tienes porque seguir ese ritmo, yo estoy en buena forma y soy bastante tozudo, así que sigue tu ritmo.
Muchas veces he sentido a los 45 minutos o antes que ya pronto terminaría la sesión, pero cuando haces un mal salto no te apetece irte con ese mal sabor de boca, y cuando haces uno bueno quieres repetirlo y esto hace que tu sesión se alargue más de lo que pensabas.
En teoría según te vas cansando tus saltos deberían ser peores, estarás mas desconcentrado y será más probable un mal golpe con el foil, pero al menos en mi caso los últimos saltos siempre eran los mejores del día. La primera hora siento que es para ir calentando y recordando dónde me quedé en la última sesión. La segunda hora es la que de verdad hago avances. Así que pruébalo por tu mismo y decide.
Tiempo entre sesiones
Yo de media lo hacía un día a la semana. Creo que es importante no dejar demasiado tiempo entre sesiones (más de un mes) si quieres aprovechar bien la sesión. Si dejas mucho tiempo se te olvidarán detalles, la posición exacta de las manos sobre la tabla, y te costará un poco más fijar la memoria muscular. Sí, en invierno también se puede practicar con un buen neopreno de surf, el primer salto da pereza pero si haces un buen calentamiento y te mueves rápido en 5 saltos habrás entrado en calor. Te recomiendo un neopreno con un grosor de 5/4 milímetros, son un poco más difíciles de poner pero el calor que dan lo merece. Y también un casco de neopreno bajo el casco de seguridad ya que por la cabeza se pierde mucho calor, en este caso con 1/2 milímetros de grosor basta.
